miércoles, 9 de mayo de 2012

Wendy Brown: “We are all democrats now”


Reflexión sobre el capítulo de Wendy Brown presente en el libro "Democracy: in What State?" de Giorgio Agamben et. al.

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La democracia moderna presenta una forma limitada, a la vez que tiene un significado vacío, el cual permite que cualquier persona, y en este caso una gran mayoría de personas en el mundo occidental puedan identificarse o ceñirse al fenómeno democrático. Sin embargo esta característica nos vuelca hacia la necesidad de preguntarnos sobre el estado de la democracia, qué nos queda de ella y sobre todo, en medio de esta significación vacía, cuáles son los huecos que la misma democracia presenta en torno al pleno ejercicio de la soberanía, a la capacidad de gobernarse a sí mismo.
Lo que ocurre es que en medio de las características actuales del juego democrático y de la dinámica gubernamental, se encuentran ciertas trabas que atentan en contra del gobierno de los comunes para los comunes, contribuyendo así a una significación vacía en la cual todos se suscriben. 
Uno de los riesgos ante los que se enfrenta la democracia moderna es la estructura corporativa del poder y de la riqueza, la progresiva reducción de la vida política hacia los medios y el marketing, presente en las elecciones y la manera en que se desarrollan. El neoliberalismo como una racionalidad política ha reconfigurado el Estado, de la conformación como cuerpo de la voluntad popular hacia un cuerpo dirigido por criterios de administración empresarial, por lo que se ha insertado una lógica que no es estrictamente política en la esfera de la política. Los procesos crecientes de globalización también han contribuido a una pérdida de la soberanía, vaciando de significado político a la democracia.
En medio de esto se entiende que la democracia propone de forma crucial la libertad a través de la capacidad de autogobernarse y auto limitarse, de tomar decisiones, en este sentido creo que puede lograrse siempre que las instituciones funcionen y logren transmitir con nitidez las demandas ciudadanas en políticas. La visión de Brown me parece un poco radical a este respecto, considerando que al existir numerosas fuerzas fuera de nuestro alcance que moldean a los individuos y el mundo social, la capacidad de  auto legislación se torna imposible, de ahí la crudeza del diagnóstico de considerar imposible la libertad.   
Por otro lado, si se considera también que la libertad no es el bien superior que buscan los seres humanos sería difícil justificar la existencia y ocurrencia de ciertos eventos históricos que se han encaminado a defender la libertad y la soberanía individual, aunque la democracia actual pueda verse  obstruida por ciertas características de las relaciones de poder, es importante ver cual puede ser entonces el motivo que guía y continúa moviendo al mundo y a los seres humanos.
Finalmente si estamos evidenciando la perdida de significación de la democracia, pero a la vez se presenta como un movimiento al cual todos se suscriben no quedaría claro la relación entre estas dos cosas, y sobre todo el movimiento por medio del cual se generaría el cambio o un nuevo resultado en términos sociales, esto es algo que le falta abordar a Brown y que queda inconcluso.

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