El día de hoy vale la pena traer a la mesa el nuevo material
discográfico “Ninety Miles” del trompetista Chirstian Scott, realizado en
colaboración con el saxofonista David Sánchez y el vibrafonista Stefon Harris.
El enorme talento de estos grandes músicos se fusiona para traer un hito
musical y político desde los confines del jazz contemporáneo estadounidense.
Noventa millas es la distancia entre la Habana y Miami, y es
partiendo de esta referencia que se materializa la intención de fusionar la
creación musical de dos pueblos, trascendiendo las fronteras políticas, y trayendo como resultado una colección de 9 temas
originales realizados con la influencia de la cultura latina de la isla pero
resueltos por medio del post bop y hard bop norteamericano.
Para la realización de este disco, los tres músicos viajaron
a la capital cubana para grabar en colaboración con los cuartetos liderados por
los pianistas Rember Duharte y Harold López- Nussa . Fue necesario un año de
negociaciones con el fin de que la banda
pudiera grabar en el estudio de la Habana.
Desde el plano musical el disco pareciera un rompecabezas,
creado de diversas texturas e influencias, con melodías de jazz post bop
pero un ritmo cubano siempre presente, que recuerda a grandes artistas de la
isla como Chucho Valdés o bandas como Irakere. También es manifiesta una
intención plenamente experimental en la creación musical del disco.
De mis piezas favoritas presentes en el álbum: E’Cha, Brown
Belle Blues, The Forgotten Ones y Nengueleru. Quien se aventure a escuchar un
poco sabrá que se está topando directamente con una propuesta de amplia
calidad, que nos recuerda la capacidad de la música de traspasar fronteras
políticas e ideológicas, y de manifestarse como un punto de encuentro en el
cual es posible la fusión de diversas propuestas.
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