viernes, 24 de septiembre de 2010

Sobre Weber y su solución al pluralismo

Hoy los dejo con éste ensayo que hice para la clase del Dr. Eric Herrán de Teoría política Contemporánea y que refiere al tema del pluralismo en la política; es decir, cómo demonios tener cierto orden o cooperación, en términos de John Rawls , en una sociedad que se encuentra profundamente marcada por diferencias irreconciliables de entrada, Ejemplos: Raza, religión, concepciones y visiones filosóficas, así como un largo etcétera. El ensayo en concreto surge a raíz de la lectura de la conferencia enunciada por el sociólogo, economista, politólogo, historiador y varias cosas más Max Weber titulada La ciencia como vocación, publicada en conjunto con La Política como vocación en el libro El político y el Científico, que por cierto, lo venden como en 50 pesos en el Fondo de Cultura Económica de M. Ángel de Quevedo, se los recomiendo.


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Max Weber; la ciencia como vocación.

la ciencia carece de sentido, puesto que no tiene respuesta para las únicas cuestiones que nos importan, las de qué debemos hacer y cómo debemos vivir[1]

“La vida, en la medida en que descansa en ella misma, se entiende, de suyo tiene conocimiento de esa lucha permanente que los dioses libran entre sí, es decir, hablando ya sin imágenes, de la imposibilidad de hacer un todo con los diferentes puntos de vista que, finalmente pueden considerarse a cerca de la existencia y, por consiguiente, de la imposibilidad de disipar la lucha entre ellos y aún de la imperiosa urgencia de elegir uno u otro. Y ante semejantes situaciones es necesario que alguien adopte la ciencia como vocación”[2]

Me llama particularmente la atención la manera en que el autor manifiesta la relación que guardan entre sí la religión, la ciencia y la política. En relación al tema que da título al ensayo; Weber hace referencia, tomando en consideración la cita que él mismo hace de Tolstoi, que la ciencia funciona para establecer los mecanismos mediante los cuales podemos dominar la existencia. En el orden externo como en la conducta que debe regir a los hombres. Por otro lado, nos suministra una estructura para resolver problemas y prever resultados, lo cual brinda claridad en el pensamiento.

La aportación más valiosa de acuerdo con Weber que hace la ciencia en un sentido personal, y que se transmite a través de la cátedra, es que el maestro puede obligar a que por sí mismos sus alumnos perciban el sentido último de sus acciones. Prestando su servicio a un poder ético y a la obligación de esclarecer y despertar sentido de responsabilidad, toda vez que partan de una determinada visión del mundo que conlleve cierta lógica.

La ciencia contiene un sentido puramente práctico, la intelectualidad que ésta conlleva se manifiesta en saber que no existen poderes ocultos o imprevisibles, lo mágico del mundo queda excluido, es una emancipación de lo divino. Por lo tanto la ciencia y la religión se vuelven mutuamente excluyentes, sin embargo, y como ya se mencionó; en tanto que la ciencia no nos dice a cuál de los dioses debemos de servir, ni cómo debemos orientar nuestras vidas, me parece que Weber deja abierto el camino hacia la religión si en lo individual quiere tomarse. La segunda cita con la que comienza este ensayo sustenta mi afirmación, en términos de “la imposibilidad de hacer a un lado los diferentes puntos de vista...”. Para Weber lo referente a cómo orientar nuestras vidas y de qué manera, sólo tiene respuesta en el hecho de encontrar un profeta, que de acuerdo con sus ideas, no existe.

En relación a la política Weber constantemente se manifiesta enérgico a la imposibilidad ética de utilizar la ciencia para influir en las opiniones y posicionamientos políticos, ya que la función de los catedráticos que enseñan ciencia es únicamente suministrar conocimiento y experiencia. En este sentido considero que también realiza una separación entre aquello que corresponde al plano científico y lo que corresponde al político; ambas se desarrollan en espacios y términos distintos.

Manifestando éstas tres relaciones Ciencia-Política- Religión considero que se aceptan las tres como espacios y perspectivas en las cuales se desarrolla la vida social, tanto en lo externo como en lo interno. Es imposible disipar, tal como afirma el autor, la lucha entre dichos puntos de vista, sin embargo es necesario que coexistan como expresiones de la vida humana y social.



[1] Cita que hace Max Weber de Tolstoi : el político y el científico, México, colofón, 2009, P. 102

[2] Weber, Max, Op. Cit. P. 114.

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