viernes, 14 de enero de 2011

La naturaleza del individuo en la conformación del gobierno

A continuación les presento un fragmento de la canción "Refuge" de Matisyahu, esta versión es del disco Live at Stubb's.


"At that time we can have a real understanding of the king, for us we dont know so much what is a kingdom or a king, we living a world of fragmentation, were the majority of the people don't appreciate or care about so much the person that is running things. At that time the king was the people, the king was the people meaning that all te people were a part of the king and the king love the people with his all heart; he would do anything fot them, he was not just a politician but he was a warrior, a general on the frontlines, he would die for his people, he was a singer, a writter, a poet and all this differnt things, you know... a REAL person"




Lo anterior me parece un grato ejercicio imaginativo sobre la idealización de un político, un tanto parecido al rey filósofo de platón. El contraste que podemos encontrar en el contexto mexicano prefiero dejarlo a su criterio e imaginación. Sin embargo es importante remarcar que deberíamos esperar sentados y hacernos muy viejos, hasta que llegue el día en que personas competentes o políticos sabios y generosos lleguen a gobernarnos.
El énfasis debe ponerse en el contexto institucional en que actúan los políticos, asumiendo el hecho de que las reglas e instituciones son capaces de cambiar el comportamiento del individuo. A este respecto existe una inmensa literatura en Ciencia Política que sustenta dichas afirmaciones, algunos autores clásicos son Barry Weingast y Douglass North (premio nobel en economía). Habiendo de reconocer que los gobiernos más funcionales y eficientes del mundo erigen sus instituciones y dinámicas internas sobre la idea del individuo como un ser ambicioso y egoísta, que siempre buscará su beneficio personal antes que el bien de los demás, ideas manifiestas en los ensayos del Federalista por ejemplo, y que parten desde Maquiavelo y Hobbes.
Lo triste para el caso mexicano es que quienes pueden cambiar dichas instituciones, los políticos, son los principales beneficiaros de la situación actual.

Reconozco el papel que tiene la educación y una formación que tienda a eliminar nuestros impulsos mas básicos y primitivos, sin embargo, tratándose de quienes ocupan la maquinaria más eficiente del mundo para robar, el Gobierno, es mejor suponer su egoísmo que su benevolencia. De ahí proceder de forma realista hacia sistemas institucionales (entendidos si queremos como un conjunto de reglas que se cumplan) que logren alinear incentivos, es decir, que el político al actuar en su beneficio personal actúe en beneficio de la sociedad.


-Parte de las presentes reflexiones se las debo al Dr. Vidal Romero.

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