miércoles, 26 de enero de 2011

El Jazz de la Isla

El siguiente artículo apareció en el periódico estudiantil del ITAM "el supuesto" el 21 de octubre de 2010.


El Jazz de la Isla

Por Luis Fernando Díaz

La herencia de Cuba para la música latina y toda la expresión musical contemporánea es innegable, rica y sumamente basta. Innumerables generaciones de instrumentistas, compositores y arreglistas cubanos han sacudido al mundo con su arte; con géneros y expresiones que parten indudablemente del Son, pasando por la salsa cubana, la rumba, los boleros y el jazz cubano por mencionar algunos.

Para hablar sobre el jazz cubano es preciso en primer lugar establecer la síntesis que representa el Son. “El son es mestizo como nuestra nacionalidad, mezcla del blanco y del negro, síntesis de melodías y ritmos europeos y africanos, calor y sensualidad”. Por lo tanto, si el son cubano representa la síntesis entre música europea y africana en el contexto de la isla caribeña; el jazz cubano es una fusión que parte del jazz norteamericano y diversos elementos de la música cubana (asociados al son en su mayor parte) que atraviesa por un sincretismo muy similar, sin duda más breve, que aquel que da origen al son.

Hacerle justicia a la enorme cantidad de músicos cubanos asociados al género del jazz es imposible. Sin embargo, podemos decir que Chucho Valdés es uno de los más grandes pianistas de jazz de todos los tiempos, ha sido ganador de cuatro Grammys y distinguido portavoz de la música Cubana en el mundo. En 1973 formó la orquesta de jazz Irakere, que reunió en sus inicios músicos de un enorme dominio instrumental, gente de la talla de Arturo Sandoval (trompeta), Paquito D’ Rivera (saxofón), Cachaito (contrabajo), Carlos Emilio Morales (guitarra), y otros. La música de Irakere integra arreglos modernos de jazz y utiliza instrumentos eléctricos, sin embargo deja claras sus raíces afrocubanas. El mismo término Irakere significa en lengua Yoruba Bosque o Vegetación.

Siguiendo la trayectoria de los músicos mencionados anteriormente, así como la de un gran puñado de músicos importantes de Cuba, es interesante notar que a excepción de Orlando “Cachaito” López, quien también fuera miembro del grupo Buena Vista Social Club, todos ellos se exiliaron de la isla para continuar con su creación artística en lugares como Nueva York o Florida. Rescatando uno de los deseos que expresa Paquito D’ Rivera; "Mi sueño máximo es poder volver a tocar para mi gente en mi propio país sin ser considerado un ciudadano de segunda. Tocar para mis compatriotas, de todas las mentalidades y pensamientos políticos, sin que eso sea importante" surge entonces la reflexión de que la música y en especial la instrumental, es un lenguaje universal que se muestra como un terreno en donde caben y confluyen todas las visiones y pensamientos sobre la vida y la política. De ahí que la música, a pesar de ser una creación social, me parece en muchos sentidos algo más trascendente que la ideología. ¡Vale la pena acercarse a la música de estos grandes personajes!


En la foto, Chucho Valdés

Photobucket

Con información de:

http://www.cubamusic.com/page/cub/es/jazzcubano.aspx


viernes, 14 de enero de 2011

La naturaleza del individuo en la conformación del gobierno

A continuación les presento un fragmento de la canción "Refuge" de Matisyahu, esta versión es del disco Live at Stubb's.


"At that time we can have a real understanding of the king, for us we dont know so much what is a kingdom or a king, we living a world of fragmentation, were the majority of the people don't appreciate or care about so much the person that is running things. At that time the king was the people, the king was the people meaning that all te people were a part of the king and the king love the people with his all heart; he would do anything fot them, he was not just a politician but he was a warrior, a general on the frontlines, he would die for his people, he was a singer, a writter, a poet and all this differnt things, you know... a REAL person"




Lo anterior me parece un grato ejercicio imaginativo sobre la idealización de un político, un tanto parecido al rey filósofo de platón. El contraste que podemos encontrar en el contexto mexicano prefiero dejarlo a su criterio e imaginación. Sin embargo es importante remarcar que deberíamos esperar sentados y hacernos muy viejos, hasta que llegue el día en que personas competentes o políticos sabios y generosos lleguen a gobernarnos.
El énfasis debe ponerse en el contexto institucional en que actúan los políticos, asumiendo el hecho de que las reglas e instituciones son capaces de cambiar el comportamiento del individuo. A este respecto existe una inmensa literatura en Ciencia Política que sustenta dichas afirmaciones, algunos autores clásicos son Barry Weingast y Douglass North (premio nobel en economía). Habiendo de reconocer que los gobiernos más funcionales y eficientes del mundo erigen sus instituciones y dinámicas internas sobre la idea del individuo como un ser ambicioso y egoísta, que siempre buscará su beneficio personal antes que el bien de los demás, ideas manifiestas en los ensayos del Federalista por ejemplo, y que parten desde Maquiavelo y Hobbes.
Lo triste para el caso mexicano es que quienes pueden cambiar dichas instituciones, los políticos, son los principales beneficiaros de la situación actual.

Reconozco el papel que tiene la educación y una formación que tienda a eliminar nuestros impulsos mas básicos y primitivos, sin embargo, tratándose de quienes ocupan la maquinaria más eficiente del mundo para robar, el Gobierno, es mejor suponer su egoísmo que su benevolencia. De ahí proceder de forma realista hacia sistemas institucionales (entendidos si queremos como un conjunto de reglas que se cumplan) que logren alinear incentivos, es decir, que el político al actuar en su beneficio personal actúe en beneficio de la sociedad.


-Parte de las presentes reflexiones se las debo al Dr. Vidal Romero.