El día 10 del presente mes se dio un cambio en la alcaldía de Ciudad Juárez, es interesante la columna de Miguel Ángel Granados Chapa del Martes 26 llamada "Irremediable Ciudad Juárez", de donde extraigo las siguientes cifras que refieren a un recuento de la administración del ex alcalde José Reyes Ferriz (el ahora titular es Hector Murguía):
7 mil muertos, entre ellos 190 policías
10 mil huérfanos
250 mil juarenses emigraron a causa de la violencia
Cerraron 10 mil negocios
Se perdieron 130 mil empleos
25 mil viviendas abandonadas
80 mil adictos
El 4 de Octubre también cambió la administración estatal, en los (hasta ayer) 21 días de administración de César Duarte, ex presidente de la cámara de diputados, se han registrado 234 ejecuciones.
La columna de Granados Chapa aporta interesantes datos e información, vale la pena consultarla.
Por otro lado; ¿Qué se puede esperar de un conglomerado social viviendo en esas condiciones?, de ahí la necesidad, de que en el contexto de miles de ejecuciones, violencia y enfermedad extrema en la que vivimos tengamos la sensibilizad de pensar en los enormes costos sociales -colaterales- que trae una guerra del calado de estupidez planteada por nuestro presidente. Juárez es una Ciudad que ha estado por muchas décadas íntimamente relacionada a la violencia extrema, producto de la descomposición social así como factores culturales, económicos y políticos; sin embargo los habitantes de aquella ciudad nunca habían vivido nada parecido a lo que ocurre hoy en día. Por último está de más decir que el apellido Calderón es innombrable y patético para casi cualquier juarense (por lo que sé y supongo).
